El trabajo por turnos repercute en forma negativa sobre
la salud de las personas en distintos niveles, ya sea alterando el equilibrio
del organismo por defasaje de ritmos biológicos, cambios en hábitos
alimentarios o trastornos en el sueño.
A largo plazo pueden llevar a problemas de tipo nervioso,
digestivo, circulatorio; también en el orden psicológico y social, por ejemplo
a nivel familiar.
Las siguientes, son recomendaciones extraídas del Instituto
Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo de España (INSHT) para la
protección de la salud de los trabajadores que realizan este tipo de
actividades:
1.- Establecer los
turnos respetando al máximo el ciclo del sueño: debe evitarse que el turno de
mañana empiece a una hora demasiado temprano.
Los cambios de turno
pueden situarse, por ejemplo: entre las 6:00 y las 7:00 hs. las 14:00 y las
15:00 hs. y las 22:00 y 23:00 hs.
2.- Dar facilidades
(comedores, salas de descanso, etc.) para que los trabajadores a turnos puedan
comer de forma equilibrada, ingerir alimentos calientes y disponer del tiempo
suficiente para realizar las comidas.
3.- La elección de
los turnos será discutida por los interesados sobre la base de una información
completa que les permita tomar decisiones de acuerdo a sus propias necesidades individuales.
4.- Los turnos de
noche y de tarde nunca serán más largos que los de mañana, preferiblemente serán
más cortos.
5.- Realizar ciclos
cortos en cada turno (263 días), puesto que así los ritmos circardianos apenas
llegan a alterarse. Al cambiar los ciclos vigilia/sueño, estos ritmos se
desequilibran, pero se recuperan al volver a un horario normal.
6.- Aumentar el
número de períodos en los que se puede dormir de noche: posibilidad de
descansar después de hacer el turno de noche, acumular días de descanso y
ciclos de' rotación distintos a lo largo del año, etc.
7.- Disminuir el
número de años de trabajo nocturno continuado en función de la edad u otros
factores que puedan afectar a la salud. (La OIT recomienda que a partir de los 40
años el trabajo nocturno continuado sea voluntario),
8.- Reducir o evitar,
en lo posible, una carga de trabajo elevada en el turno de noche. Programar
aquellas actividades que se consideren imprescindibles e, igualmente, evitar tareas
que supongan una elevada atención entre las 3:00 y las 6:00 hs. de la madrugada.
La baja actividad del organismo durante.la noche y la acumulación de fatiga por
un sueño deficiente provocan un menor rendimiento en el trabajo. Entre dichas horas,
la capacidad de atención y la toma de decisiones e~ más reducida.
9.- Dar a conocer con
antelación el calendario con la organización de los turnos, de modo que exista
la posibilidad de planificar actividades extralaborales y se favorezcan las relaciones
sociales.
10.- Establecer un
sistema de vigilancia médica que detecte la falta de adaptación de los
trabajadores al trabajo a turnos y que pueda prevenir problemas irreversibles
de salud, donde a quien se le detecte algún problema de salud ligado al trabajo
nocturno podrán ser destinados a un trabajo diurno que exista en la empresa y
por el cual, deben estar profesionalmente aptos.
11.- Desarrollar una
estrategia individual para mejorar el sueño: conseguir el soporte de familiares
y amigos, elegir espacios oscuros y silenciosos para dormir, mantener un
horario regular de comidas, evitar tomar comidas pesadas antes de acostarse,
evitar tomar cafeína, estimulantes y alcohol en general 2 ó 3 horas antes de
acostarse, y hacer ejercicio regularmente.
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