jueves, 16 de mayo de 2013

ESTRES Y VIEJO MUNDO. CAMBIAN LOS NUMEROS, PERO CON NUESTRO TERRITORIO LA SIMILITUD EXISTE


La precariedad en el empleo o la reorganización laboral se consideran la causa más común de estrés relacionado con el trabajo


Los resultados de un nuevo sondeo indican que la precariedad en el empleo o la reorganización laboral se consideran la causa más común de estrés relacionado con el trabajo
  • La mitad de los trabajadores del conjunto de Europa consideran que el estrés relacionado con el trabajo es habitual, y cuatro de cada diez opinan que esta cuestión no se aborda correctamente en su lugar de trabajo.
  • La precariedad en el empleo o la reorganización laboral se consideran la causa más común de estrés relacionado con el trabajo en el conjunto de Europa.
  • Hay un conocimiento escaso de los programas o las políticas que facilitan a los trabajadores seguir en activo hasta la edad de jubilación o después de ésta, aunque la mayoría respalda su adopción.
A continuación se muestran las principales conclusiones del tercer Sondeo de opinión paneuropeo realizado por Ipsos MORI en nombre de la Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo (EU-OSHA).

Estrés relacionado con el trabajo
En torno a la mitad de los trabajadores de toda Europa (51 %) consideran que el estrés de origen laboral es habitual en sus lugares de trabajo, y un 16 % afirman que es «muy habitual», según se desprende del sondeo. Entre los trabajadores que consideran habitual el estrés de origen laboral hay más mujeres que hombres (54 % frente a 49 %), y más trabajadores de entre 18 y 54 años de edad (53 %) que trabajadores mayores de 55 años (44 %). La percepción del estrés de origen laboral varía también por sectores: el personal sanitario o el dedicado a la asistencia y el cuidado de otras personas son los que tienen mayor tendencia a decir que los casos de estrés de origen laboral son habituales (61 %, incluido un 21 % que afirman que los casos son «muy habituales»).

La Directora de la EU-OSHA, Christa Sedlatschek, señala que «el 41 % de los trabajadores de toda Europa afirman que el estrés de origen laboral no se aborda correctamente en sus lugares de trabajo, y el 15 % consideran que “en absoluto se aborda correctamente”. Nosotros estamos muy centrados en combatir los riesgos psicosociales, como el estrés, en el lugar de trabajo. El año próximo vamos a dedicar nuestra campaña “Trabajos saludables” a la gestión del estrés. El mensaje que debe transmitirse al conjunto de las empresas europeas de distintos tamaños y sectores es que los riesgos psicosociales pueden abordarse de la misma manera lógica y sistemática que otros problemas de salud y seguridad».

Hay un vínculo entre la proporción de trabajadores que afirman que el estrés laboral es habitual en sus lugares de trabajo y los que afirman que no se controla bien. Siete de cada diez (72 %) trabajadores de toda Europa que no consideran habitual el estrés de origen laboral en sus lugares de trabajo afirman que éste se controla bien, mientras que, por el contrario, seis de cada diez (58 %) trabajadores que consideran habitual el estrés laboral en sus lugares de trabajo indican que no se controla bien.

La causa más común de estrés relacionado con el trabajo en toda Europa se considera la precariedad en el empleo o la reorganización laboral (72 %), seguida de las horas de trabajo o de la carga de trabajo (66 %). No obstante, entre los trabajadores jóvenes de edades entre los 18 y los 34 años, estas dos causas se consideran conjuntamente como las más importantes (ambas suman un 69 %). Por otro lado, el personal sanitario o el dedicado a la asistencia y el cuidado de otras personas seleccionan las horas de trabajo o la carga de trabajo (77 %) en una proporción mucho mayor que la media.

En países con un nivel elevado de deuda pública hay mayor probabilidad de que los trabajadores señalen la precariedad en el empleo o la reorganización laboral como causa de estrés relacionado con el trabajo; el 73 % de los trabajadores en países con una deuda pública superior al 90 % del PIB seleccionan estos factores como causa habitual de estrés relacionado con el trabajo, en comparación con el 66 % en países con una deuda pública del 60 % del PIB o inferior [1].
Seis de cada diez trabajadores (59 %) consideran como causa habitual de estrés de origen laboral algunos comportamientos intolerables como el acoso o la intimidación en el trabajo. Y hay una proporción menor de trabajadores que consideran causas habituales de estrés laboral la falta de apoyo por parte de sus compañeros y superiores (57 %) o las escasas oportunidades de control de las pautas de trabajo (46 %).


Envejecimiento activo
En el conjunto de Europa, la mitad de los encuestados (52 %) esperan que la proporción de trabajadores de más de 60 años de edad que hay en sus lugares de trabajo aumente hasta 2020 (un 43 % lo consideran improbable). Los trabajadores mayores de 55 años de edad tienen más probabilidades de pensar que habrá una mayor proporción de personas de más de 60 años en sus lugares de trabajo en 2020 (59 %), que los de edades comprendidas entre los 35 y los 54 años (54 %) y que los trabajadores jóvenes de entre 18 y 34 años (45 %).

Uno de cada ocho trabajadores (12 %) conoce políticas y programas que facilitan a los trabajadores de más edad poder seguir trabajando hasta la edad de jubilación e incluso después. El conocimiento de las políticas aumenta a medida que lo hace el tamaño del lugar de trabajo, y pasa del 7 % en los más pequeños (con 1-10 empleados) al 19 % en los más grandes (con más de 250 empleados). El 61 % de los que no conocen tales programas y políticas respaldan su adopción. Entre los grupos que se muestran más partidarios de estas políticas se encuentran las mujeres, los trabajadores a tiempo parcial, el personal sanitario o el dedicado a la asistencia y el cuidado de otras personas, y los empleados en los lugares de trabajo más grandes. Los trabajadores de más de 55 años de edad tienen una probabilidad sólo ligeramente superior que los jóvenes de respaldar tales políticas (un 64 % frente a un 61 % de los trabajadores de entre 35 y 54 años, y un 60 % de los trabajadores de entre 18 y 34).

Ante la pregunta de si pensaban que los trabajadores de más de 60 años de edad tienen mayor propensión a adoptar determinados comportamientos que otros trabajadores:
  • sólo dos de cada diez trabajadores (22 %) consideran que los trabajadores de más edad tienen más accidentes en el trabajo que otros trabajadores (esta relación se mantiene en la mayoría de los grupos, aunque los trabajadores manuales tienen una probabilidad ligeramente superior de pensar de este modo);
  • cerca de tres de cada diez (28 %) creen que los trabajadores de más de 60 años de edad son menos productivos en el trabajo que otros trabajadores;
  • cuatro de cada diez (42 %) opinan que los trabajadores de más edad tienden a padecer más estrés de origen laboral que otros trabajadores, mientras que el número de trabajadores que piensan lo contrario es ligeramente superior (48 %), y
  • seis de cada diez trabajadores (60 %) consideran que los trabajadores de más de 60 años de edad tienen menor probabilidad de poder adaptarse a los cambios en el trabajo que otros trabajadores, y esta opinión la comparten la mitad (49 %) de los trabajadores de más de 55 años de edad (aunque cabe señalar que uno de cada tres (33 %) opinan que son otros trabajadores los que tienen menor capacidad de adaptarse a los cambios en el trabajo).

[1] Los datos relativos a la deuda pública como porcentaje del PIB proceden de Eurostat, segundo trimestre de 2012. Los países con una deuda pública superior al 90 % del PIB son Grecia, Italia, Bélgica, Irlanda, Portugal, Francia e Islandia. Los países con una deuda pública del 60 % o menos del PIB son Polonia, Finlandia, Letonia, Dinamarca, Eslovaquia, Suecia, República Checa, Lituania, Eslovenia, Rumanía, Luxemburgo, Bulgaria, Estonia, Suiza, Liechtenstein y Noruega.

Extraído de: http://prevencionar.com

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